Habitación 1 Annya y Alizè

Comodas y amplias habitaciones con todo lo necesario para las chicas que las habitan, cuentan con dos camas matrimoniales y dos closets con espejo incluido, uno de cada lado, para evitar peleas por el espacio en ellos, dos escritorios y unos pequeños estantes en la pared para objetos personales.

Si es gusto de las chicas pueden traer más muebles, simpre y cuando se avise con anticipación y este mueble sea de un tamaño mediano o pequeño.

genial!! -entra a la habitación y con solo ver su nombre en la puerta le basto para entrar y botar su mochila y su maleta en la cama- seria genial que este sola aqui! kesesese -abre las grandes ventanas para ventilar la habitación y luego de dar algunas vueltas abre su maleta y comienza a acomodar sus pertenencias en el closet y los utiles en el cajon del escritorio, dejando su laptop sobre el mismo, mete la maleta bajo la cama y se lanza a la cama- realmente... awesome -cierra los ojos un momento-

¨En estos momentos quiero matarme¨- pensó mientras veía el papel con los nombres de la habitación que le habían asignado ¨¡Primero muerta que con esa prusiana con pollos en el cerebro!¨.

Solo se arriesgo a entrar al cuarto sin decir ninguna palabra mientras arreglaba sus cosas en el lado que estaba desocupado, ignorando totalmente a la castaña por que si no le entrarían ganas de matarla.

-se habia quedado dormida luego de las muchas vueltas que dio antes de llegar a su habitación y de acomodar las cosas, frunce el seño ligeramente al escuchar ruido en la habitación- que ruidosa.. -murmura algo molesta y se da vuelta poniendose parte de la almohada sobre la cabeza evitando el ruido sin importarle demasiado quien era, nadie se metia en sus horas de descanzo- si haces menos ruido mejor, danke <3 -hace un gesto de atras hacia adelante con la mano y la deja caer nuevamente aun dandole la espalda a su compañera-

Como quieras su majestad, no haré mas ruido -Digo con un claro sarcasmo en su tono, mientras se disponía a sacar su ropa de la maleta y a guárdala en las gavetas. No le importaba en absoluto de hacer el mínimo ruido, mas bien hacía mas para que ella se despertara y notara que ya había llegado su querida compañera de habitación.

Dejó su laptop y unos cuantos libros en el escritorio, y empezaba a guindar sus abrigos en el closet.