Qué bellas son tus lágrimas (Privado- Alexander Jones-Kirkland)

Caminaba por los pasillos de manera pausada y muy solitario, sus pisadas resonaban monotonamente en el eco del corredor. Estaba solo, se sentía solo.

Días atrás había creído que venir a la academia sería algo interesante, que tal vez, se divertiría, pero se equivocó, jamás se había sentido tan diferente del resto de sus compañeros y el hecho de que no pudiera dormir con su gemelo le hacía peor.

Cada noche se sentaba en su cama y rodeaba sus piernas con los brazos y se quedaba allí, por horas, soportando la oscuridad, sin querer derramar lágrimas, hasta que a eso de muy entrada la noche por fin el sueño lo vencía, pero no había descanso, al día siguiente se despertaba con grandes ojeras y mucho sueño, y las pastillas contra su enfermedad no ayudaban a su estado de animo ni de lucidez.

Se sentó en el duro suelo y adoptó la posición que usaba antes de dormir. cerró sus ojos y las lágrimas inundaron sus bello rostro.

-Alex...-susurró de manera lastimera, queriendo sentir el calor del mayor, queriendo sentir que lo cuidaba, que no estaba solo, que había alguien para él

Había terminado de decorar su parte del cuarto. Gracias a la magia la ampliación no fue problema alguno. Como aún no comenzaban las clases decidió explorar un poco más la Academia.
En cierto modo no le molestaba su cuarto. Camillo era un chico muy divertido, al igual que Ludovik...Pero le faltaba estar con Anthony, y lo sabía. Aunque para él era mucho más fácil reír que llorar.

"Es que...Le extraño...Quiero pasar tiempo con él...No quiero que otro esté con él..."

Eran pensamientos bastante egoístas, pero le daba igual, porque era la verdad. Se detuvo cuando escuchó unos sollozos de alguna parte del pasillo.
Caminó un poco más y se encontró con el rostro de su gemelo lleno de lágrimas.
Algo dentro de su pecho saltó y le empujó junto al menor para estrecharle en un abrazo con fuerza.

-My Anthony...

Sintió aquella conocida voz y aquellos fuertes brazos que lo abrazaban, tratando de calmarlo, peor no podía, quería irse, para él, las cosas siempre habían sido difíciles, muy diferentes al resto de los chicos humanos o naciones, todo a causa de su discapacidad, aquella que lo hacía ser tan retraído, la que lo hacía perderse en su mente, y no reaccionar.

Su labio inferior temblaba, tenía frío, su gemelo podía abrazarlo, pero sentía ese frío en su cuerpo, se sentía solo, y lo peor era que se sentía egoísta por querer siempre estar con su gemelo, pero sabía muy bien que Alexander tenía amigos...en cambio él...

-Me quiero ir...-susurró de manera lastimera -quiero volver a casa...No quiero estar aquí...no me gusta...

Quería marcharse cuanto antes posible, si iba a estar solo, mejor sería en casa, un lugar que si conocía, a no a la Gakuen-.

-Eh? -le mira preocupado y desliza una mano por la mejilla del menor- Go home? Why, Tony? -sin dejar de abrazarle cerró los ojos y apoyó su frente en el hombro del menor.

-Perdon...-murmuró leve sabiendo que esa inseguridad y miedo era por culpa suya, porque no estaban juntos tanto tiempo y porque estaban también en cuarto separados- Forgive me...No te he cuidado bien...

Tomó el rostro del menor en sus manos y le besó, notando que los tenía bastante fríos. Alex había logrado salir del mundo único de ellos dos con mayor facilidad que Anthony, y lo sabía...Pero si su gemelo aún no lograba salir de su mundo privado, él haría igual...Ambos serían uno. No le dejaría solo jamás.

-I'm sorry...I'll be with you always...I love you. -murmuró sobre los labios del otro con ternura-

I love you too...-susurró el menor de los gemelos, abrazando al mayor. Le costaba demasiado permanecer allí, estar con todas esas personas rodeándolo, se sentía diferente, más de lo normal, jamás sería como todos, él era el gemelo retraído, el que apenas hablaba, el que le haba miedo la oscuridad y amaba las rosas con locura tanto como a su propio gemelo.

Deseaba siempre estar así de seguro, con su gemelo, se sentía mal, se sentía egoísta por pensar sólo en él y no en Alexander, él era mucho más sociable, mucho más divertido, las personas se le acercaban con facilidad, en cambio...era todo lo contrario cuando se trataba de Anthony, se sentía solo...

-Tony...quiere ser uno con Alex...no quiere alejarse de Alex a pesar de que eso esté mal...

Le estrechó contra su pecho acariciando suavemente los cabellos dorados del menor, tratando de calmarle. Si, la decisión de Anthony estaba mal, era egoísta...¿Pero por eso era malo? Alex también deseaba estar con el menor el mayor tiempo posible, pero los clubes, el Host, sus amistades y lo demás no le dejaban tiempo...
Quizá, tan sólo quizá sería bueno para ambos tener un mundo propio por un tiempo.

Alex tomó el rostro del otro delicadamente, como si fuesen pétalos de rosa y le miró.

-Somos uno...Somos gemelos...Uno reflejo del otro...-murmuró dulcemente, deslizando un dedo por los labios del menor- Yo trataré de entrar en tu mundo...Y te ayudaré a estar en el mío...-sonrió dulce y se acercó a él para besar su frente con ternura.

-We're twins...Two boys...the same soul..

Se sonrojó demasiado ante aquel beso y cerró sus bellos ojos tras Texas, queriendo pensar que aquel momento duraría para siempre, Su hermano y él, sólo Alex y Tony nadie más en su mundo, en aquel mundo especial que deseaba tener el menor, en aquel mundo donde se protegía por miedo a los demás que más de una vez le habían hecho daño por ser tan diferente al resto de las personas o naciones que existían.
Necesitaba...sentir que aquel mundo que su mente y sus sentimientos construían para él era verdad.

Su respiración se hizo muy lenta, y sus ojos se cerraron de manera definitiva, rindiéndose ante el sueño.

-Two boys...the same soul and heart...-murmuró entre sueños el menor.

El reflejo del otro, su gemelo, la misma célula, el mismo espíritu, nadie los podría alejar del otro, pro que eran el mismo, no importaba lo que decían los demás, para Anthony, él era la parte que faltaba de Alexander y vice versa - Alex...y Tony...together forever...and ...ever...

Suspiró sintiendo que la culpa le corroía, pero obedecería a esa promesa. El mundo del menor sería suyo, tal y como haría que Anthony entendiese su mundo.

Le cargó en sus brazos suave.

-Estás agotado, ¿no? -le sonrió a su gemelo durmiente- Te llevaré a mi cuarto...

Estaba en contra de las reglas de World Gakuen, pero daba igual. Él tenía que estar con Anthony, y eso no era fácil de entender, pero daba igual lo que otros pensaran...
"The same soul and heart..."

Llegó a su cuarto callado, notando que Camillo y Ludovik no estaban allí y recostó al menor en su cama cubriendole con las mantas, mientras él se sentaba en la silla cercana a la ventana, mirando al exterior.

-This is okay...¿Don't ya? -murmuró para si mismo-

Se revolvió en la cama, sin sentir aquel calor que lo había acompañado; su ceño se frunció levemente, hasta dormido sentía la lejanía de su propio gemelo, aquella conexión especial que los hacía mantenerse unidos y de la cual Anthony dependía demasiado.

Tal vez...por que él era el gemelo débil...él que jamás se creyó que existía...tal vez por eso dependía de la única persona que desde el momento en que su célula se partió, jamás lo había abandonado.

-Alex...-murmuró en sueños, y unas lágrimas de añoranza y soledad corrieron por su pálidas mejillas, mientras trataba de encontrar aquella parte que le faltaba para estar completo, o eso pensaba él y su extraña mente.

"The same soul and heart..."

A-Alex...w-where are you?...

Escuchó que el menor le llamaba y sonrió leve recostandose con él y estrechandole en un abrazo suave.

-Here I'm my love...-murmuró bajito y le besó en los labios con ternura-

Acarició las mejillas de Anthony suavemente, como si de porcelana se tratase e inspiró su aroma. Si algo le enloquecía del menor era su delicioso aroma a rosas.
Estrechó el abrazo un poco más.

-My dear...No estás solo...Look at me...-le besó en la frente-

Abre levemente sus cansados ojos verdes y se da cuenta de que no ve a su gemelo pues sus lágrimas habían empañado a Texas.

-N-No... puedo ver a Alex...-susurra asustado el menor de los gemelos, con lentes o sin ellos, no podía ver a su amado gemelo.

Cerró los ojos con fuerza y extendió su temblorosa mano hacia el mayor para tocarle a ciegas la mejilla con una suavidad y dulzura infinita que sólo él podía profesar al ser que más amaba y que era muy distinto al pequeño joven autista.

-Alex...es suave...y quiere a Tony...cuida de Tony...por que es el mismo que él...una sola célula.